El desvanecimiento implica la supresión gradual de estímulos discriminativos (generalmente
artificiales) tales como instrucciones, instigadores imitativos, guía física e inductores
situacionales que controlan la conducta o que se han utilizado para instaurarla, de modo que la
conducta pase a estar controlada por estímulos discriminativos más pertinentes presentes en
el ambiente natural.